viernes, 26 de noviembre de 2010

Adiós a todo (la oficina en doce días)

Día 1

- Greñuda, ¿Ya viste al chico nuevo?
- Sí, hija, dicen que es el sobrino del gerente.
- ¡Qué horror, Susy!, le tuvieron que inventar un puesto, se pasaron.
- Sí pues, chola, ni modo, por eso estamos como estamos, ¿sabes qué es lo peor?, que de hecho bajan las utilidades para el año que viene.
- Ay, ¿tú crees?
- Claro pues, con nuestra chamba le van a pagar a ese mocoso.
- ¡Pucha!, que feo, Su. Y a todo esto, ¿qué dice don Vicente?
- Ese viejo no pinta nada, quien maneja la empresa es Benavente.
- ¿Sí no?, pero bueno pues, ojala y justifique su sueldazo, porque de hecho no baja de cinco mil soles.
- ¿Cinco mil soles?, Ja, estás loca, ese mocoso debe estar ganando sus diez mil, ¡mínimo!
- ¡¿Qué?!
- Como lo oyes, hija; ¡ay!, qué horrible trabajar aquí tantos años sin que me asciendan y encima tener que soportar estas cojudeces.
- ¡Ay, Dios!, y eso es lo que me espera, seguramente.
- Aún estás a tiempo, Clarita. Anda buscándote otra chamba porque aquí sólo asciendes con milagros.
- ¿Tú crees, greñuda?, ¿y ahora?, justo cuando pensaba casarme con mi gordo. ¡Ay y encima se viene Navidad!
- Sí pues, sigue mi consejo, amiga. Bueno, te corto porque está entrando una llamada.
- Okis, te veo en la salida para tomarnos unos heladitos.
- Sí, sí, besos, chau.
- Chau, Su.

Día 2

- ¿Y, Juan Carlos?, ¿cómo va Dieguito?
- Bien, Julito, bien. Aprende rápido tu sobrino, de hecho la inteligencia viene de familia.
- Claro pues, es todo un campeón, como todos los Benavente.
- Por supuesto. Por cierto, Julio; aquí tengo unos documentos que tienes que firmar, son para ‘Inversiones Campos’, parece que el negocio se hace sí o sí; ¡nos vamos para arriba!
- ¿Ah sí?, ¡qué bueno, Juan Carlos!, justo de eso quería hablarte.
- Sí, dime.
- Te quería pedir que dejes todo el tema de ‘Inversiones Campos’ a Diego.
- ¿Cómo?
- ¿Qué?
- Digo, ¿a Diego?, ¿estás seguro?
- ¿Por qué la pregunta?
- No, sino que… me parece un chico muy capaz, pero apenas tiene una semana en la empresa y todavía tiene muchas cosas que aprender.
- Discúlpame, Juan Carlos, pero Diego, por muy joven que sea, ya es licenciado de la de Lima y está totalmente capacitado para ver esos temas. Confío plenamente en él, al igual que en ti.
- Pero, Julito, no es por nada pero yo tengo trabajando aquí ocho años. Está bien, no tengo un título pero mi experiencia me avala y por eso te digo, con todo respeto, que sería un error de tu parte dejarle un tema tan importante a alguien que recién está aprendiendo.
- Y ya que hablamos de respeto, Juan, con todo respeto te digo, que no te estoy pidiendo permiso, te estoy encomendando que dejes ‘Inversiones Campos’ a Diego. Por favor, quiero que hoy mismo se coordine una reunión con los Campos para que sepan que ahora deberán tratar directamente con Diego Benavente. Tú ocúpate de las demás inversiones, estás haciendo un gran trabajo.
- …
- ¿Aló?
- Sí, Julito.
- ¿Qué pasó?
- Nada, está bien, justo ahí viene Diego, voy a hablar con él y de ahí llamo a los Campos. No te preocupes.
- Gracias, Juan Carlos, te pasaste.
- No hay problema, Julito.
- Juan Carlos, verdad, una cosa más.
- Dime.
- Ahora que Diego estará a cargo de ‘Inversiones Campos’, lo cual es un gran porcentaje de lo que hacías, no veo tan necesario que tengas dos secretarias.
- ¿Estás seguro, Julito?, mira que para fiestas la chamba podría crecer.
- Claro, eso lo sé, por eso anda avisándole a una de ellas que sólo podrá estar en la empresa hasta fin de año, para que vaya buscando otra cosa, tú sabes, hay que ser humanos ante todo.
- Y, ¿a cuál de ellas despido, Julito?
- Tú decide, varón. La que tú creas que sea menos buena.
- De acuerdo.
- Con “buena” me refiero a la chamba, no al cuerpo por si acaso, ja, ja, ja.
- Ja, ja.
- Listo, Juan Carlos, cualquier cosa me avisas. Ah, verdad, me mandas un correo con copia a Diego cuando esté coordinada la reunión.
- Perfecto, Julito.
- Ok, nos vemos.
- Chau.

Día 3

- Hola, pa’.
- ¿Cómo te va, campeón?
- Bien, todos son muy buenos conmigo.
- Excelente, y ¿qué tal los Campos?, me imagino que ya sabes la importancia de ese negocio para la empresa.
- Claro, me lo explicó todo mi tío Julio. No hay problema, lo tengo todo controlado. Me costó, sí, un poco de trabajo lidiar con los Campos, tú sabes, son algo difíciles.
- Dilo nomás, hijo, son unos cholos pezuñentos, que por haber hecho plata se creen los dueños del mundo.
- Bueno, sí.
- Sí pues, si no se cagaran tanto en plata te juro que tu tío no haría negocios con ellos, pero bueno pues, son los dueños de Gamarra y La Parada. Caballero nomás.
- Sí.
- ¿Te pasa algo?
- No, nada.
- Te noto raro.
- Bueno…
- Dime.
- Es que…
- ¿Qué pasa, hijo?
- Me siento un poco mal.
- ¿Estás enfermo?, ahorita mismo mando un doctor.
- No, no es eso. No de salud.
- ¿Entonces?
- Es que…
- Carajo, habla.
- Me miran raro.
- ¿Te miran raro?, ¿quiénes?
- Todos.
- Total, ¿no que todos eran buenos contigo?
- Sí, mi tío y las demás gerencias me tratan como a un príncipe.
- ¿Entonces?
- El problema es cuando tengo que tratar con los demás.
- ¿Los demás?
- Tú sabes, secretarias, asistentes, recepcionistas, auxiliares… hasta limpieza.
- ¿Qué?
- Sí, siento que me miran mal. Que hablan a mis espaldas.
- Dame los nombres.
- No pues, pa’. No quiero que me odien más.
- ¿Qué hablas, huevón?, ahí tú eres el nuevo jefe, les guste o no. Tienen que aprender a respetarte sí o sí.
- Pero no quiero que sea de esa forma.
- No hay otra forma. Los subordinados de este país no saben diferenciar entre su nivel y el nuestro, ¿me entiendes?
- Sí. Pero por favor, déjame manejar este tema yo solo. Si veo que se complica, te aviso.
- Bueno, Diego, es en serio. Cualquier cosa nomás me avisas, para hablar con tu tío y se acaba el chiste.
- Ok.
- Bueno, no interrumpo más tu chamba. En la casa conversamos, campeón.
- Ya, pa’.
- No te olvides de lo que hablamos, confío en ti.
- No te preocupes, me entrenaste bien.
- Je, ese es mi campeón.
- Chau pa’.
- Chau, Diego.

Día 4

- Malas noticias.
- ¿Qué pasó, señor?
- ¡Shhh!, ya te dije que hables bajo cuando te llamo y que no me llames “señor”.
- Perdón. Dígame.
- El hijo de puta de Julio Benavente, quiere que bote a una de ustedes dos.
- ¿Qué?
- Sí. Y ya tomé una decisión.
- Por favor, señor, no me despida.
- La vez pasada hablamos de que te podría ir bien en esta empresa si te portas bien conmigo.
- …
- Me rechazaste, como si yo fuera un maldito violador. Cuando lo único que quería era salir contigo y conocerte mejor.
- ¿Y eso a qué viene?
- Tienes una segunda y última oportunidad.
- …
- Si te portas bien conmigo hablaré con Susan. Ya tiene tiempo en la empresa y a la edad que tiene creo que le caería mejor una liquidación jugosa que seguir sentadaza limándose las uñas en la oficina, recibiendo un sueldo miserable. Estoy seguro que ella aceptaría.
- Pero… señor.
- Ya te dije mil veces que me llames Juanca.
- Está bien, Juanca. No sé si esto esté bien.
- ¿Ahora me vas a venir con el discurso de que eres una mujer comprometida?, ya te dije, no te voy a violar, sólo quiero que salgamos y que pase lo que tenga que pasar. No soy un enfermo.
- ¿Si salgo contigo me quedaré en la empresa y Susy se va?
- Claro.
- ¿Sólo una salida?
- ¿Me vas a seguir interrogando?, Susan está a dos cabinas, tú estás a ocho.
- Está bien.
- Perfecto.
- ¿Y voy a seguir trabajando aquí?
- Ya te dije que sí.
- Digo, ¿de… secretaria?
- Eso dependerá.
- ¿De qué?
- De qué tan bien te portes conmigo.
- Entiendo.
- Entonces, ¿decidida?, para hablar con Susan de una vez.
- Está bien. Llámame luego para coordinar la salida.
- Listo, Clarita. Nos vemos luego.
- Okis, chau.
- Chau.

Día 5

Señores:

Ante todo, buenos días. El presente e-mail es para comunicarles las últimas noticias y decisiones de la Gerencia General para con nuestra empresa, “Del Pietro y Asociados”.

Primero: a partir de la fecha se hizo el nombramiento del señor Diego Alonso Benavente Castellares, como Jefe de Inversiones, un puesto que tiene como finalidad el tránsito y finalización de los convenios más importantes con nuestros inversionistas, así como también la supervisión de nuestros proyectos de inversión a corto y mediano plazo. Les pido encarecidamente que apoyen en todo lo que sea posible a nuestro flamante Jefe de Inversiones, para que pueda llevar a cabo sus labores con total naturalidad. La ceremonia de nombramiento se llevará a cabo poco antes de finalizar el año, siendo la fecha un tema aún en discusión.

Segundo: el proyecto de inversión más importante de los últimos años, es decir, el de ‘Inversiones Campos’, ha sido finiquitado con éxito. Todo gracias a la labor de nuestro Sub-Gerente de Inversiones, el señor Juan Carlos González del Carpio, en coordinación con el nuevo Jefe de Inversiones, el señor Diego Alonso Benavente Castellares. Un motivo más para sentirnos orgullosos y satisfechos por este gran logro que, de seguro, rendirá sus frutos el año que viene, con diversos proyectos que generarán más rentabilidad. Felicitaciones. La ceremonia de celebración se llevará a cabo poco antes de finalizar el año, siendo la fecha un tema aún en discusión.

Tercero: la mala noticia es que nuestra querida Susan Paola Sánchez Pérez, secretaria de la Sub-Gerencia de Inversiones, ha decidido renunciar a nuestra organización por motivos personales, después de laborar aquí durante dieciséis años. Susan dejará un recuerdo imborrable en nuestros corazones, cuando al finalizar el año deje de trabajar en “Del Pietro y Asociados”, para emprender sus propios proyectos personales. Desde aquí le deseamos todos los éxitos del mundo y a alistar su gran despedida. La ceremonia de despedida se llevará a cabo poco antes de finalizar el año, siendo la fecha un tema aún en discusión.

Hasta aquí este correo informativo, cualquier consulta al anexo 8787.

Saludos cordiales,

Julio E. Benavente Quintanilla.

Gerente General.

Día 6

- ¿Te puso muchos “peros”?
- Un poco, sí, imagínate, son dieciséis años.
- ¿Qué te dijo?
- Comenzó a tirarle barro a Clara, diciendo que todo el día se la pasa en el teléfono conversando con su novio y que no trabaja bien.
- ¿Y eso es cierto?
- Claro que no, Julito. Tú me conoces, en mi área el que trabaja mal no va, así de simple.
- Me alegro. Aunque creo que sin querer me hiciste caso con eso de lo de “buena”, ja, ja.
- ¿Por qué lo dices?
- Ya pues, no te hagas el huevón. Clarita tiene sus cositas. En cambio Susy ya está más para la otra.
- Ah, ja, ja.
- ¿Qué pasa?, ¿te pusiste serio?
- Para nada, Julito, tú me conoces y sabes que amo a mi familia.
- Sí pues, Mery Anne es una bella persona. Y tus hijos son adorables. Cuidado, no vayas a cometer el error que cometió mi querido hermano. Ya lo ves ahora, esperanzado en Dieguito. Pobre mi sobrino.
- No, para nada. Bueno, con tu permiso, te corto porque tengo que seguir trabajando.
- Ok, cualquier cosa me llamas.
- Listo, Julito.
- Chau.
- Chau.

Día 7
- ¿Greñuda?
- Sí, Clara, ¿en qué te puedo ayudar?
- Leí el e-mail, ¿qué pasó?, ¿por qué renunciaste?
- No te hagas la cojuda, sabes muy bien qué pasó.
- ¿Qué?, no, no, amiga. Dime.
- Me hicieron renunciar.
- ¿Por qué?
- Por qué será pues.
- No te entiendo.
- Mira, ahorita estoy ocupada; tengo que arreglar mil archivos para mañana.
- Ok, ¿más tarde vamos por unos heladitos?
- No puedo, me voy a quedar hasta tarde y luego salgo volando porque es la clausura de Diana.
- Ah, ok. Entonces cuídate.
- Ok, chau.
- Chaucitos.

Día 8

- Sí, don Vicente, dígame.
- Se supone que soy el dueño de la empresa y el último correo no me ha llegado, ¿qué pasó?
- Bueno, disculpe, don Vicente; en este momento se lo reenvío con copia a todos, agregando las disculpas del caso.
- Ese no es el punto, además el e-mail ya lo leí.
- ¿Ah sí?, ¿dígame, quién se lo envió?
- Un tal Diego Benavente.
- Ah, está bien.
- ¿Se puede saber quién es él y por qué tienen el mismo apellido?
- Sí, señor. Diego es mi sobrino. El hijo de Darío, mi hermano.
- ¿Y crees que no lo sé?
- No, don Vicente.
- Mi pregunta va dirigida a otro tema.
- Le explico, don Vicente. Mi sobrino acaba de graduarse en la prestigiosa Universidad de Lima, en Administración de Empresas. Y como Juan Carlos estaba viendo demasiados temas, tomé la decisión de incorporarlo a la empresa, para que lo apoye. Como usted estaba padeciendo una enfermedad, de la que, al parecer y gracias a Dios, se está ya recuperando, no encontré la forma de comunicárselo.
- No es excusa. Como dueño y accionista mayoritario tengo que estar enterado de todo lo que sucede en esta empresa.
- Lo sé, don Vicente. Reitero mis disculpas.
- ¿Y por qué se irá Susan?
- Don Vicente, ¿leyó también esa parte en la que dice que ‘Inversiones Campos’ ya está en la lista de proyectos del año entrante?
- Me interesa un pito. Tengo 85 años y más plata de la que tú harías en cien vidas. Si la empresa quebrara no me importaría tampoco. A mí lo que me importa es que se me respete. ¿Por qué botan y meten gente sin mi autorización?
- Don Vicente, por favor, un poco más de respeto.
- No me hables de respeto. Así esté con un pie en la tumba, quiero que se me informe de hasta quién se tiró un pedo dentro de mi empresa, ¿se entendió?
- Ja, ja, muy buena esa del pedo.
- No era chiste.
- Disculpe.
- Que no se repita, Benavente. Y quiero ver los informes y avances de ese sobrino tuyo, a ver si le rinde a la organización, si es que no es así, se va y tú junto con él.
- Está bien, don Vicente. Discúlpeme por este mal rato…
- …
- ¿Don Vicente?
- …
- Colgó…

Día 9

- ¿Aló?
- Hola, Clarita.
- Hola, ¿en qué te puedo ayudar?
- Ya, no te hagas la formalita. Después de lo de anoche no me quedan dudas de que tomé la decisión correcta.
- …
- ¿Pasa algo?
- ¿Llamaste sólo a decirme eso?
- ¿Qué?, ¿ahora me vas a decir que te sientes mal?
- Sí.
- Y, ¿por qué?
- Por todo.
- A ver, explícame ese “todo”.
- Nada, nunca lo entenderías.
- Lo único que entiendo es que anoche la pasamos súper bien y que ahora te haces la puritana.
- Deja de hablar de lo de anoche, por favor, alguien te puede escuchar.
- No hay nadie por aquí.
- Por aquí, sí.
- Mentira, ya todos se han ido, sólo quedamos tú y yo.
- ¿Por qué no te vas a ver a tu esposa e hijos?
- Por la misma razón por la que tú no vas a ver a tu noviecito.
- No te compares conmigo.
- Comienzas a portarte mal. Ibas muy bien.
- Susan sospecha.
- ¿Qué?
- Sí, ayer me trató horrible, como si supiera que yo…
- ¿Que tú qué?
- Nada…
- No me digas que te sientes culpable.
- No me siento. Sé que lo soy.
- Ja, ja. Estás loca, mujer. Si hay un culpable, ese es el malnacido de Benavente.
- No. No fue Benavente quien se acostó con un cerdo anoche.
- Eso dolió.
- Pues que te duela. Chau.
- ¡Oye, espera!
- ¿Qué más quieres de mí?, ya obtuviste lo que querías, ahora déjame en paz.
- Sólo quería recordarte que aún no llega fin de año. Estoy a tiempo para hablar con Susan y convencerla de que se quede. Entonces tú te irías y adiós a todo.
- …
- Sí, mejor quédate así, calladita y piensa bien las cosas. Ahora sí, te dejo tranquila. Un beso, donde más te guste.
- …

Día 10

- ¿Darío?
- ¿Qué pasó?
- Se fue todo a la mierda.
- ¿Qué dices?
- ¿Te acuerdas que te comenté que hablé con el viejo Vicente?
- Claro, cuando te puteó y todo eso. Sí, claro que me acuerdo.
- Bueno, pues parece que Dieguito nos hizo la jugada.
- ¿Qué?, ¿qué tiene que ver Diego en todo esto?
- Transó con los Campos por su cuenta, dándoles mejores cotizaciones. Luego se reunió en secreto con Vicente. Le entregó sus informes y al parecer el viejo de mierda quedó complacido hasta los huesos. Me acaba de llamar diciendo que Diego es el nuevo Gerente General de la empresa.
- ¡¿Qué?! , ¿de qué chucha hablas?
- ¿De qué chucha hablo?, de que tú hijo nos cagó a todos. Ahora sí se fue todo a la mierda.
- Imposible.
- Sí, me quedé sin trabajo, hermano.
- Ja, ja, ja.
-¿De qué te ríes?
- Mi hijo, ¿el nuevo Gerente General de “Del Pietro y Asociados”?, no lo puedo creer. Sabía que llegaría lejos pero no pensé que lo haría tan pronto.
- Y eso, ¿qué tiene de gracioso?
- Lo gracioso, hermano, es que el mundo da vueltas.
- ¿Qué?
- ¿Recuerdas cuando me botaste del antiguo negocio?
- Claro, tú sabes por qué lo hice.
- No, Julito, no sabes. Porque cuando te rogué para que me vuelvas a considerar me cerraste las puertas.
- Eso fue hace mucho, ¿acaso ahora no te hice el favor de meter a tu afeminado hijo a la empresa?
- Ja, ja, ja, ¿tú crees que soy idiota?
- …
- Aceptaste a Diego porque sabías que Juan Carlos estaba a muy poco de ascender a tu puesto. Creíste que serruchándolo con Diego ibas a mantenerlo ocupado o que, en el peor de los casos, Diego tardaría mucho tiempo en alcanzar tu rango. Te equivocaste feo, hermanito.
- ¿Tú?
- Ja, ja, ja, ahora sí pues, como te gusta decir, “nos fuimos para arriba”.
- ¿Cómo pudiste hacerle eso a tu único hermano?
- Eso también te lo pregunté yo cuando me botaste aquella vez, dejándome en la ruina. Ahora serás tú el que me ruegue a mí.
- No lo puedo creer.
- Créelo. Y ahora anda suplícale a los santos para que puedas estar sin trabajo un muy buen tiempo y no te falte para tus necesidades y gustitos. Sobre todo, sabiendo tus “aficiones”.
- Calla mierda. Te juro que no me voy a quedar de brazos cruzados, me las vas a pagar toditas.
- Esperaré ese día pues, coquero.
- Hijo de puta.
- Nos vemos, hermanito.
- En el tribunal.
- Ja, chau.

Día 11

Señores:

Para informarles los nuevos cambios que se han dado en la empresa.

Primero: que tras el despido del ahora ex gerente general, Julio Enrique Benavente Quintanilla, ha sido promovido el joven y talentoso Diego Alonso Benavente Castellares, quien ahora estará a cargo de la Gerencia General de “Del Pietro y Asociados”. Tenemos la total confianza de que este cambio refrescará los aires de la empresa como una organización expansiva en el mercado y con agresivas estrategias de marketing que de seguro nos darán una mayor rentabilidad.

Segundo: que lamentablemente el negocio con ‘Inversiones Campos’ ha sufrido una momentánea paralización. Los motivos son estrictamente confidenciales. Sólo les podemos asegurar que estamos haciendo todo lo posible para que el proyecto se lleve a cabo en los próximos meses.

Tercero: que tras la abrupta renuncia de la secretaria María Clara Salazar Aburto, se ha logrado convencer a la siempre querida Susan Paola Sánchez Pérez, para renovar con nuestra empresa por cinco años más. Una decisión de que de verdad nos alegra y motiva para seguir cada vez más orgullosos de nuestra organización.

Cuarto: que por el momento, la posición de Jefe de Inversiones ha quedado suspendida, al no encontrarse funciones suficientes como para abrir vacancia. Sin embargo la junta directiva evaluará si dicha posición se reabrirá próximamente, según las exigencias del mercado.

Hasta aquí las noticias sobre los cambios.

Aprovechando para desearles una feliz Navidad y próspero año nuevo, se despiden con afecto,

Don Vicente del Pietro Gallerhi y socios.

Junta Directiva.

Día 12

Hola, Susy:

Supe que te renovaron contrato. Me alegro mucho. En realidad siempre fuiste mejor trabajadora que yo y tú lo sabes. Así que iba a ser injusto que yo me quedara, más aún, sabiendo cómo se dieron las coas.

Aún así quiero que sepas que lo siento mucho. Quisiera tener la valentía de pedirte disculpas frente a frente, como debe ser, pero no puedo. Lo que hice fue tan terrible que ni siquiera puedo mirarme a un espejo sin sentir una inmensa vergüenza.

Quisiera aclarar que no me siento mal por lo que sucedió con Juan Carlos, ya que en eso no me puedes juzgar; lo que día a día me atormenta es haberme coludido con ese infeliz para que tú salieras de la empresa, sabiendo que necesitas el trabajo (como todos, sí). Y perdón que te lo diga de esta manera, pero es lo único por lo que tengo que darte explicaciones.

Por lo demás, te deseo suerte en lo que hagas, pero una cosa si te digo. Acostarte con ese viejo no te llevará a nada bueno, más aún cuando ni siquiera te dan el valor que mereces, cuando piensan que no eres más que un objeto de diversión o entretenimiento. Lo sé, porque ayer me separé de Jorge, no aguanté más y le dije toda la verdad (sí, tonta). Ahora me siento sola y me doy cuenta de que en este mundo existen dos tipos de personas, los que saben lo que vales y los que no. Merezco mi soledad y la miseria que me aguarda. Sólo espero que no te pase lo mismo.

Muchos saludos a Joaquín y a Dianita, y que pasen una feliz navidad.

PD.

Te adjunto el correo que le envié a Juan Carlos. No te equivoques, no es que quiera que me des tu opinión, no quiero incomodarte con mis problemas. Lo que sucede es que no tengo a nadie con quién compartir algo así. Un beso, greñuda (disculpa si aún me creo con el derecho de llamarte así).

Clara.

Hola:

Ya pasaron varias semanas y todavía tengo el amargo sabor de tu lengua en mi cuerpo. Un motivo más para sentir asco de mí misma. Pero no te preocupes, no voy a pasarme la vida entera repudiándote por eso. Sólo quiero que entiendas algo: tarde o temprano, todo vuelve a su sitio. Tú lugar no está ahí, en esa empresa, en ese rango con tanto poder. Tú lugar no está ahí, en esa casa, con esa bella mujer y esos hermosos hijos. Tú lugar debe estar en un sitio más lúgubre, más chabacano y por supuesto más sucio. Como es en realidad tu vida. Un tragicómica historia que se repite a diario. Entre lamer botas y creerte el rey del mundo.

Lo más probable es que te estés preguntando cómo fui tan fuerte como para rechazar tus asquerosas ofertas de empleo, te doy una pista, ¿recuerdas nuestra última conversación?, pues tengo que agradecértelo, ya que mencionaste tres palabritas que probablemente hayan cambiado el rumbo de mi vida.

Así es, Juan Carlos, o debería decir “señor”.

Adiós a todo.

viernes, 25 de junio de 2010

Competencia

No hay cosa que me joda más que competir por una mujer pero por ti compito; y si me preguntas porqué no sabría qué decirte; todo lo que podría soltar serían puras palabras tontas, sin sentido ni fundamento y es que esto del amor tiene sus quiebres mentales y hasta los que más ostentamos inteligencia solemos caer en lo absurdo. Hoy compito por tu amor y no arrugo, sé que estoy en desventaja, sé que tengo todas las de perder, ¿quieres razones?, la principal es la existencia de una perversa diosa llamada “Distancia”, muchos dicen que ni siquiera ella puede, con sus infinitos poderes, hacer algo contra al amor; yo digo que sí, porque ahora no estoy escribiendo canciones, porque ahora soy crudo, porque ahora soy prosa, por eso digo que sí, que esa maligna deidad es tan peligrosa para que el amor se concrete, porque es ella la que impide que pueda darte algo tan demostrativo como un beso, o algo tan sencillo e importante a la vez como ver tu rostro iluminado por la luna. A cambio de eso el hombre ha desarrollado su tecnología, creó cartas, teléfonos y ahora la internet, que es el medio que más utilizamos para saber uno del otro y para suplantar, sin éxito alguno, el siempre ardiente contacto carnal que tanto nos debe estar haciendo falta.

Allá, a lo lejos, hay quienes fueron bendecidos por la diosa “Distancia” y tan sólo están a unos metros de ti; aquellos que tienen la dorada oportunidad de verte a diario, sea en tu centro de estudios, en la calle o en tu misma casa. Aquellos que con tan sólo una llamada pueden programar una cita contigo sin saber que están yendo directo al Olimpo y gratis. Pero, querida amiga, con todo y eso por ti compito. Compito contra aquel muchacho, mucho menor que yo, que ya tuvo alguna vez la oportunidad de tocarte y junto a ti también rozar el cielo. Aquel muchacho al que aún no olvidas por más que intentes hacérmelo creer. Aquel muchacho que, insistentemente, no cesa en sus intentos de recuperarte y volver a sentir esa sensación que de seguro sólo tú eres capaz de hacerle sentir. Aquel muchacho que te postea poemas sacados de conocidas páginas web, y que de hecho no posee muchas de las virtudes que dices te encantan de mí, pero tiene una muy importante: está más cerca que yo. Él puede olerte mientras yo sólo puedo imaginar tu fragancia. Él puede darte un beso en la mejilla mientras yo sueño con el momento de encontrarnos. Finalmente, él puede estar contigo porque de seguro lo extrañas, y porque de seguro todos merecemos una segunda oportunidad. Yo sólo espero la primera, querida amiga, y por eso por ti compito. Por ti compito porque sé que vale la pena hacerlo, porque sé que las millones de cosas que viví me enseñaron a distinguir la belleza de la desgracia, y aunque esto pinte para desgracia sueño con esa belleza y al sueño me aferro como tonto niño enamorado.

Por ti compito y con poemas propios y aunque el resultado salte a la vista del más despistado sólo me queda seguir pensando en que la diosa “Distancia” algún día será buena también conmigo y también contigo. Porque si de algo estoy seguro es que sólo me bastará una chance para hacerte sentir como yo me siento, porque, querida amiga, por algo y por ti compito aunque no hay cosa que me joda más que competir por una mujer, pero por ti compito.

Aunque el rótulo de “perdedor” se note con diafanidad en mi frente calva.

viernes, 30 de abril de 2010

Mi cliente

Llegaste hace cinco minutos y a pesar de que tengo mil cosas que hacer aquí no he dejado de mirarte. No sé si lo notas, creo que estás más concentrado en esperar tu hot dog. Mentí cuando te dije que saldría "en un ratito", esta máquina es lenta y se demora mucho más de lo que mi abuela se demoraría en correr cien metros planos. Viniste, te acercaste a la caja y me enseñaste esa sonrisa tan bella, luego me compraste la oferta, y entonces te mentí. Te quedaste sentado en la sillita, junto a la mesa. Te dije que podía ir dándote la gaseosa y las papitas fritas, tú me sonreíste otra vez y yo casi caigo muerta.

Finalmente te di lo que querías, algo de comida y empezaste a comer desesperadamente. Tenías mucha hambre, ¿no?, seguramente no habías comido desde hacía buen rato, y yo toda estúpida mintiéndote, me merezco la amonestación si te quejas con mi jefe, o si me insultas, o si me gritas. No lo haces, ¿por qué?, ¿por qué eres tan bueno?, ¿por qué me sigues sonriendo cuando te busco la mirada sin ser nada discreta?, eres lindo, tu cabello desordenado, tus anteojos caídos, tu barba irregular, ¿por qué?, ¿por qué eres tan diferente?

La máquina sonó, tu hot dog ya está caliente, listo para que te lo comas con las mismas ansias con las que te veré comerlo. ¿Sabes?, eres lo mejor que ha pasado por esta tienda, no tienes idea de cuántos estúpidos llegan aquí de madrugada, muchos de ellos borrachos o drogados, todos haciéndome de la nada conversaciones que debo de seguir sólo por las cojudas reglas de la empresa. Yo no quiero saber nada de ellos, quiero que todos los clientes sean como tú, así de pacíficos, de lindos, de hambrientos, de cautivadores. Te acercas y yo me sonrojo, me preguntas si siempre trabajo aquí de madrugada, yo te respondo nerviosa que estoy hecha para las amanecidas, creo que la cagué, ¿qué pensarás de mí?, ¿que soy una juerguera?, ¿una "chica de la noche"?, ja, soy una cojuda total. Me pagaste y aunque no tengo mucho sencillo te doy tu vuelto como lo quieres.

¿Ya te vas?, por favor no te vayas, quédate un rato más, ¿sí?, si quieres hago una jugada en el stock y te doy otro hot dog, pero por favor no me dejes.

Cruzas la puerta y veo tu espalda, te vas, te fuiste, eres un cliente más, eres mi cliente, el que se fue, al que no le importo. El que de seguro volverá, aunque sea para comprar.

sábado, 27 de marzo de 2010

Lola y el estafador

Recuerdo cada momento, primero, en el que la vi entrar a mi oficina, con ese sombrerito que dibujaba el nombre de la empresa donde trabajaba. Segundo, el instante en el que me habló, con esa voz ronquita adornada de su dejo provinciano. Tercero, la vez en la que le pedí su teléfono, dudó varios segundos antes de proporcionármelo, finalmente lo hizo, con los ojos cerrados, quizás sabiendo que se trataba de un error más en su corta historia. Cuarto, la salida que tuvimos, la química que experimentamos, el lugar donde nos encontramos y las casi dos horas que la esperé. Y, finalmente, la quinta cosa que recuerdo fue la noche gloriosa que pasamos en el hotel rimense. Se me viene a la cabeza cada cosa que hizo, cada situación que experimenté, creyendo ser yo el que tendría las riendas de un caballo salvaje, definitivamente no fue así. Cada beso y caricia eran suficientes para hacer de la habitación una fortaleza impenetrable, donde no había lugar para las maledicencias, problemas o tensiones que, afuera del hotel, estaban desesperadas por volver a mi alma. Adentro sólo era eterna alegría y pasión, con esas dos cosas puedo vivir más que tranquilo.

¿Estaré enamorado?

¿Qué pasó, Lola?, cuéntame de aquel señor que decía haberte procreado junto a una dama que pocas veces viste en tu vida. Ese señor decía quererte y vaya que lo demostró, se pasó toda la vida criticándote y juzgándote; luego se aprovechó de tu inocencia eterna para abusar de tu propia alma, porque el cuerpo ya no lo soportó, ¿quién era ese hombre?, era tu padre, el mismo que te puso su apellido como un sello de "cancelado", para toda la vida. Nunca pudiste olvidarte de él, nunca pudiste deshacerte de sus hedores, incluso esta noche, en la cual traté de estar lo más limpio posible para complacerte, ni así, ni así te olvidaste de sus aromas, los sentiste pero seguías gimiendo, ¿por qué?, ¿por qué seguiste gimiendo cuando sabías que yo te hacía recordar a él?, me hiciste daño, pero no te lo voy a decir porque el daño que te hicieron es más grave, el mío es una uña rota, el tuyo es casi una muerte en vida. Algo con lo que deambularás siempre, en cada momento, en cada lugar donde estés, siempre habrá algo que te recuerde a ese concha de su madre. Siempre serás mía.

Lola, ¿por qué lloras?, no fue su pene el que penetró tus barreras, entonces vírgenes y púdicas, no, no fue eso, fue algo más horrendo, algo más grande e inolvidable, fueron sus sucios deseos, su alma maligna, su alma de padre. Dicen que ya no lo volviste a ver en mucho tiempo y me dices que yo soy distinto, mentira, te hago recordar a él, en cada cosa que hago, me quedas mirando como una estúpida, y luego te vas al baño, creyendo que no me doy cuenta de lo que haces ahí dentro, lloras y lloras como una cría desconsolada, luego te rescato y no me puedo resistir a tu cuerpo, te hago el amor las veces que la energía me lo permite, contigo casi nunca se me acaban. Entonces terminamos extasiados y nuevamente lo recuerdas. Carajo, ¿es que es tan fuerte la herida?, ¿es que realmente no puedo hacer nada?, la puta madre que parió a ese tipo, y la puta madre que te parió a ti también, porque jamás debí encontrarme contigo, jamás debí notar que existías, porque ahora llevo una carga difícil de manejar, me pesa esa carga, me destruye, me jode, me asfixia, me asfixias.

¿Qué?, ¿no quieres que me vaya?, claro que no, si te gusta esto, te gusta que te la mueva tan bien, te gusta que haga que tus ojos se volteen mientras muerdes la almohada. Gimes como una puta cuando te la meto, eso es porque te gusta, eso es porque hago que aflore tu lado más erótico, lo hago yo y con la ayuda de tu cuerpo, que es casi un imán para mí; ¿por qué, Lola?, ¿por qué me tienes así?, ¿hice algo de malo?, no te quiero ver más. Apenas cruce esa puerta me iré para no regresar nunca, dime lo que quieras, dime lo que se te ocurra, que soy un hijo de puta, que soy igual al hombre que tanto odias, que soy la misma mierda. No me importa. Lo único que me quedará de ti son tus gritos, tu boca, tus senos y tu culo, todo en mi memoria, ya veré qué hago con eso, tú quédate con toda esta mierda, quédate con tus cojudas conclusiones, yo me quedo con lo que vivimos. Lamento profundamente haberte visto después de tanto tiempo.

Total, no me importa que me odies, nunca quise a tu madre, ni a ti.

viernes, 29 de enero de 2010

Informe de un Extraterrestre

Día “X”, de la era contemporánea, Ciudad Modelo de Uzkluz - Planeta Osirion.
Presidente del Departamento Interplanetario de Investigaciones Científicas, DIIC.



Señor: Estimarus Dexaquil.

Presente.

He de dirigirme a usted, honorable presidente, para facilitarle el informe que me solicitó sobre la posible existencia de Criaturas Altamente Agresivas en el Planeta Tierra (CAAPT), no sin antes expresar el orgullo que siento por el honor de ser el primer osirión en pisar el legendario y hermoso “planeta azul”, por lo que agradezco fervorosamente a usted y a aquellos que gestionaron este ambicioso pero histórico proyecto que adelantará muchos pasos a nuestro planeta sobre otros que aún siguen basándose en simples especulaciones científicas. Por ser el presente documento de extrema confidencialidad le ruego no dude en cuestionar los temas que le queden poco claros; he tratado, humildemente, de que el informe sea el más completo posible, tal y como me lo solicitó, pero a diferencia de usted puedo tener errores, por lo que pido apologías de antemano. Continuando con lo indicado procedo a describir mi modesto informe:

1) Sobre los gases ambientales y condiciones de vida: Es sabido, no sólo por los osiriones sino también por la mayoría de planetas de esta galaxia, que el planeta Tierra tiene las mejores condiciones ambientales para generar y conservar todo tipo de Vida Biológicamente Comprobada (VBC). Al llegar con mi nave (modelo: &56plusXX156, invisible a la luz y casi insonora) no tuve problemas en empezar a respirar el aire del planeta, sólo me bastaron 10 segundos de adaptación, en cuanto al sol (el astro rey del sistema planetario propiamente llamado “solar”) comprobé que irradiaba un calor bastante considerable, aproximadamente unos 586 grados Yaks, pero no afectaba de manera severa mi estabilidad corporal ni mi calor interno, por lo que puedo conjeturar a total cabalidad que los osiriones no tendríamos ningún problema en habitar la Tierra.

2) Sobre las condiciones y fertilidad del terreno: Una vez que comprobé la docilidad del aire, procedí a analizar el estado de la tierra, comprobando su fertilidad al sembrar la semilla “gonaz”, brotando apenas a los 3 minutos, mientras que en nuestro amado planeta demora aproximadamente 20. Además de esto pude percibir bastante vegetación alrededor del territorio, lo que conllevaría a conocer diversas especies de flora y fauna que en próximas líneas le detallaré con más extensión.

3) Sobre la flora: Tal y como me fue recomendado utilicé mi traje de invisibilidad e impermeabilidad (modelo: &59plusIII289), para no ser visto por las, entonces, posibles criaturas que propulsan este informe y así evitar estropear la investigación, traje que además serviría de protección ante un cambio climático hostil. Procedí a recorrer la zona a pie, en búsqueda de VBC; ingresé a una suerte de bosque donde detecté diversas variedades de flora, entre ellas árboles en copa (muy similares a los que tenemos en Osirion, a excepción de la coloración verdosa de sus hojas), flores verdaderamente llamativas, ramas, cortezas y abundante pasto natural. Tal y como me fue informado no intenté tocar dicha vegetación por precaución a reacciones fisicoquímicas en el traje, pero a título personal le confieso que mi curiosidad de científico estuvo a punto de traicionarme, mas no lo hice al recordar que de esta investigación puede crecer un fruto grandioso de sabiduría para nuestras futuras generaciones. La conclusión es que la flora en la Tierra es más que prominente y abundante, no descarto la existencia de vegetales alimenticios, lo cual será investigado próximamente con su venia, ya que esta investigación tiene fines distintos según lo que me fue encargado.

4) Sobre el líquido elemento: Tal y como nuestro Departamento Científico lo ha venido especulando, el líquido elemento de la Tierra es el agua; lo comprobé al encontrar un río que atravesaba toda la vegetación, y que alimentaba a dichas VBC. El río se extendía hasta zonas donde mi vista no alcanzaba, pero a lo lejos detecté una especie de desierto, el cual justo colindaba con el quiebre del río. No investigué más sobre el asunto puesto que, insisto, la investigación tiene otros fines, pero no descarto que el agua no sólo sea la fuente de vida de la flora.

5) Sobre la fauna: Las primeras criaturas que encontré fueron unos seres pequeños, poseedores de una larga cola y de cuerpos extremadamente velludos que circulaban entre los árboles con una agilidad impresionante; estos seres hacían ruidos extraños y se alimentaban de las hojas de los árboles, los que a su vez les servían de refugio ante el calor del sol. Según las condiciones de la investigación (véase estatuto 13-A: una vez que el investigador se haya acercado lo suficiente – a criterio del científico - corroborará la agresividad de la especie desactivando su traje de invisibilidad e impermeabilidad por el lapso de 12 segundos; en caso de comprobarse la agresividad el traje deberá ser activado nuevamente en modo escape para evitar daños innecesarios) procedí a desactivar mi traje de invisibilidad e impermeabilidad, al cumplir los 12 segundos comprobé que dicha especie no es la CAAPT a la que se pretende investigar en el presente informe, mas bien se trata de una especie bastante sociable, tanto así que se me acercó y hasta me ofreció un fruto en muestra de bienvenida, el cual no ingerí debido a que prefiero evitar situaciones que puedan obstaculizar la investigación, entonces encendí mi traje y reinicié mi camino. Al continuar mi recorrido logré salir del bosque, llegando a un campo más abierto y con vegetación bastante alta, a lo lejos noté la presencia de seres enormes con grandes orejas y largas narices, las cuales parecían más bien colas. El andar de dichos seres era lento pero a la vez pesado e intimidante, a medida de que se acercaban más a mí me iba convenciendo de que quizás se tratara de las CAAPT que buscaba. Finalmente se detuvieron, me acerqué a poca distancia y desactivé mi traje, al verme no tuvieron muestra de asombro, siguieron ingiriendo vegetación, y en poco tiempo continuaron su camino, ignorándome por completo. No fueron tan amables como los anteriores, pero tampoco mostraron señales de agresividad; conclusión, no eran las especies que buscaba. Me sucedieron situaciones similares en los siguientes encuentros, conociendo seres voladores, cuadrúpedos curiosamente rayados, seres ornamentados extremadamente rápidos, y más especies que no demostraron ser las que estamos investigando. Hasta que me topé con unos seres realmente terroríficos; poseían inmensas garras, sus cuerpos eran enormes y musculosos, su pelaje era del color del sol, sus colmillos eran del tamaño de mi cabeza, y algunos (sospecho que eran los machos) tenían una abultada melena, lo que les daba una impresión aún más intimidante. Luego de una observación de 360 segundos, noté que eran seres bastante hostiles entre ellos. Los cachorros, pequeños y aparentemente inofensivos, parecían jugar a matarse, las hembras los alimentaban de carne de otros seres, y los machos siempre estaban a la guardia, sospecho, de peligros extraños para con la familia. Entonces, señor presidente, experimenté una de las cosas más horrendas a las que me he enfrentado en mi larguísimo recorrido como investigador científico; una de las hembras me descubrió; no la vi porque estaba detrás de mí, hasta que, al sentir su potente calor corporal, mi traje avisó peligro, y viré a observarla, pensando que mi invisibilidad sería útil. No fue así. Al parecer tienen una visión súper desarrollada o un olfato tan perspicaz que pudo detectar mis pocos olores, ya que, como usted bien sabe, me sometí a un tratamiento de rayos Kiyez para no emanar olores fuertes. La hembra emitió un fortísimo sonido y me hizo retroceder hasta tropezar, cayendo al centro de la reunión. Cuando quise poner “modo escape” la manija de control no respondía, mi traje se había averiado, ellos me miraban y yo estaba más que expuesto a perder la vida y con ella todo lo que había investigado. Recordé las clases de “salvación” que usted brindó a nuestra promoción, y traté de no moverme ni emitir sonido alguno. Fue inútil, los extraños seres se acercaban a pasos firmes. Entonces traté de mantener la calma, respiré hondo y simplemente aguardé el desenlace que me habría de tocar. Varios segundos después me vi rodeado por casi 10 seres de la misma especie; entre presuntas hembras, machos y crías. Alguno de los bandos tenía que romper el hielo, aún dudaba si tenía que ser yo el que lo hiciera, finalmente lo hizo el macho, presumo, dominante; era el más grande de todos, el más portentoso, y al que todos respetaban visiblemente. Y he aquí la parte más increíble, dicho inmenso ejemplar me hizo una suerte de reverencia, inclinando su lomo hacia el suelo, seguidamente todos los demás especímenes hicieron lo mismo; me habían aceptado: entonces llegué a dos conclusiones: una, que tengo mucha pero mucha suerte, y dos, que dicha especie no es la CAAPT a la cual estaba avocada esta investigación. En los momentos seguidos compartí con la mencionada especie gratos minutos de mutuo conocimiento, ellos trataban de comunicarse y yo de entenderlos, todo era tranquilidad hasta que, por fin, señor presidente, hizo su aparición la especie altamente agresiva a la que estábamos buscando con tanta dedicación. Su forma era muy parecida a la nuestra, de postura erguida y bípeda, llevaban extrañas armas que empezaron a disparar sin piedad a los seres que, con tanto afán, apenas empezaba a conocer. Empezaron por los cachorros, los más débiles, demostrando en primer impacto su vileza y crueldad, luego, mientras los machos se agrupaban siguieron con las hembras, quienes habían salido en defensa de sus crías; una de ellas logró agredir al inicial agresor, pero al verse acorralado no dudó en sacar un arma punzo cortante, con la cual atravesó sin piedad el pescuezo de su victima, quitándole la vida, demostrando su extrema agresividad. Entonces los machos salieron al ataque, algunos de ellos tuvieron éxito y derribaron varios agresores, pero la mayoría sucumbió ante esas poderosas armas, y uno a uno fueron cayendo. Por mi parte, permanecí inmóvil, absolutamente inmóvil; esperanzándome en que no sería notado. Gracias a mi suerte fue así, pero no pude evitar ver las crueles intenciones de las agresivas criaturas. Quienes tomaron a los cachorros muertos, los metieron en una suerte de saco y se los llevaron para fines desconocidos. La frialdad, vileza, crueldad y agresividad de esta especie, me hace concluir que son la especie altamente agresiva que veníamos investigando. Finalmente, señor presidente, vale la pena recalcar que quedé más que decepcionado, sobre todo porque estos seres parecían más desarrollados que todos los que había visto anteriormente, tenían un sistema de comunicación evidentemente más complejo, y además portaban artefactos que eran una muestra de notable desarrollo y preparación, por lo que no descarto que sea la especie más desarrollada de dicho planeta; por lo que podemos decir como conclusión final, que la Tierra es un planeta con diversas formas de VBC, y la más desarrollada de ellas es, específicamente, la más agresiva y repugnante de todas.

Espero que el presente informe haya satisfecho sus necesidades científicas, y sea este el punto de partida para investigaciones más hondas; estaré siempre a su disposición a la espera de nuevos y fascinantes retos.


Mi vida para la ciencia de Osirión.


Atte.


Uxurus Lonis, Jefe de Departamento de Investigaciones del DIIC.