viernes, 29 de enero de 2010

Informe de un Extraterrestre

Día “X”, de la era contemporánea, Ciudad Modelo de Uzkluz - Planeta Osirion.
Presidente del Departamento Interplanetario de Investigaciones Científicas, DIIC.



Señor: Estimarus Dexaquil.

Presente.

He de dirigirme a usted, honorable presidente, para facilitarle el informe que me solicitó sobre la posible existencia de Criaturas Altamente Agresivas en el Planeta Tierra (CAAPT), no sin antes expresar el orgullo que siento por el honor de ser el primer osirión en pisar el legendario y hermoso “planeta azul”, por lo que agradezco fervorosamente a usted y a aquellos que gestionaron este ambicioso pero histórico proyecto que adelantará muchos pasos a nuestro planeta sobre otros que aún siguen basándose en simples especulaciones científicas. Por ser el presente documento de extrema confidencialidad le ruego no dude en cuestionar los temas que le queden poco claros; he tratado, humildemente, de que el informe sea el más completo posible, tal y como me lo solicitó, pero a diferencia de usted puedo tener errores, por lo que pido apologías de antemano. Continuando con lo indicado procedo a describir mi modesto informe:

1) Sobre los gases ambientales y condiciones de vida: Es sabido, no sólo por los osiriones sino también por la mayoría de planetas de esta galaxia, que el planeta Tierra tiene las mejores condiciones ambientales para generar y conservar todo tipo de Vida Biológicamente Comprobada (VBC). Al llegar con mi nave (modelo: &56plusXX156, invisible a la luz y casi insonora) no tuve problemas en empezar a respirar el aire del planeta, sólo me bastaron 10 segundos de adaptación, en cuanto al sol (el astro rey del sistema planetario propiamente llamado “solar”) comprobé que irradiaba un calor bastante considerable, aproximadamente unos 586 grados Yaks, pero no afectaba de manera severa mi estabilidad corporal ni mi calor interno, por lo que puedo conjeturar a total cabalidad que los osiriones no tendríamos ningún problema en habitar la Tierra.

2) Sobre las condiciones y fertilidad del terreno: Una vez que comprobé la docilidad del aire, procedí a analizar el estado de la tierra, comprobando su fertilidad al sembrar la semilla “gonaz”, brotando apenas a los 3 minutos, mientras que en nuestro amado planeta demora aproximadamente 20. Además de esto pude percibir bastante vegetación alrededor del territorio, lo que conllevaría a conocer diversas especies de flora y fauna que en próximas líneas le detallaré con más extensión.

3) Sobre la flora: Tal y como me fue recomendado utilicé mi traje de invisibilidad e impermeabilidad (modelo: &59plusIII289), para no ser visto por las, entonces, posibles criaturas que propulsan este informe y así evitar estropear la investigación, traje que además serviría de protección ante un cambio climático hostil. Procedí a recorrer la zona a pie, en búsqueda de VBC; ingresé a una suerte de bosque donde detecté diversas variedades de flora, entre ellas árboles en copa (muy similares a los que tenemos en Osirion, a excepción de la coloración verdosa de sus hojas), flores verdaderamente llamativas, ramas, cortezas y abundante pasto natural. Tal y como me fue informado no intenté tocar dicha vegetación por precaución a reacciones fisicoquímicas en el traje, pero a título personal le confieso que mi curiosidad de científico estuvo a punto de traicionarme, mas no lo hice al recordar que de esta investigación puede crecer un fruto grandioso de sabiduría para nuestras futuras generaciones. La conclusión es que la flora en la Tierra es más que prominente y abundante, no descarto la existencia de vegetales alimenticios, lo cual será investigado próximamente con su venia, ya que esta investigación tiene fines distintos según lo que me fue encargado.

4) Sobre el líquido elemento: Tal y como nuestro Departamento Científico lo ha venido especulando, el líquido elemento de la Tierra es el agua; lo comprobé al encontrar un río que atravesaba toda la vegetación, y que alimentaba a dichas VBC. El río se extendía hasta zonas donde mi vista no alcanzaba, pero a lo lejos detecté una especie de desierto, el cual justo colindaba con el quiebre del río. No investigué más sobre el asunto puesto que, insisto, la investigación tiene otros fines, pero no descarto que el agua no sólo sea la fuente de vida de la flora.

5) Sobre la fauna: Las primeras criaturas que encontré fueron unos seres pequeños, poseedores de una larga cola y de cuerpos extremadamente velludos que circulaban entre los árboles con una agilidad impresionante; estos seres hacían ruidos extraños y se alimentaban de las hojas de los árboles, los que a su vez les servían de refugio ante el calor del sol. Según las condiciones de la investigación (véase estatuto 13-A: una vez que el investigador se haya acercado lo suficiente – a criterio del científico - corroborará la agresividad de la especie desactivando su traje de invisibilidad e impermeabilidad por el lapso de 12 segundos; en caso de comprobarse la agresividad el traje deberá ser activado nuevamente en modo escape para evitar daños innecesarios) procedí a desactivar mi traje de invisibilidad e impermeabilidad, al cumplir los 12 segundos comprobé que dicha especie no es la CAAPT a la que se pretende investigar en el presente informe, mas bien se trata de una especie bastante sociable, tanto así que se me acercó y hasta me ofreció un fruto en muestra de bienvenida, el cual no ingerí debido a que prefiero evitar situaciones que puedan obstaculizar la investigación, entonces encendí mi traje y reinicié mi camino. Al continuar mi recorrido logré salir del bosque, llegando a un campo más abierto y con vegetación bastante alta, a lo lejos noté la presencia de seres enormes con grandes orejas y largas narices, las cuales parecían más bien colas. El andar de dichos seres era lento pero a la vez pesado e intimidante, a medida de que se acercaban más a mí me iba convenciendo de que quizás se tratara de las CAAPT que buscaba. Finalmente se detuvieron, me acerqué a poca distancia y desactivé mi traje, al verme no tuvieron muestra de asombro, siguieron ingiriendo vegetación, y en poco tiempo continuaron su camino, ignorándome por completo. No fueron tan amables como los anteriores, pero tampoco mostraron señales de agresividad; conclusión, no eran las especies que buscaba. Me sucedieron situaciones similares en los siguientes encuentros, conociendo seres voladores, cuadrúpedos curiosamente rayados, seres ornamentados extremadamente rápidos, y más especies que no demostraron ser las que estamos investigando. Hasta que me topé con unos seres realmente terroríficos; poseían inmensas garras, sus cuerpos eran enormes y musculosos, su pelaje era del color del sol, sus colmillos eran del tamaño de mi cabeza, y algunos (sospecho que eran los machos) tenían una abultada melena, lo que les daba una impresión aún más intimidante. Luego de una observación de 360 segundos, noté que eran seres bastante hostiles entre ellos. Los cachorros, pequeños y aparentemente inofensivos, parecían jugar a matarse, las hembras los alimentaban de carne de otros seres, y los machos siempre estaban a la guardia, sospecho, de peligros extraños para con la familia. Entonces, señor presidente, experimenté una de las cosas más horrendas a las que me he enfrentado en mi larguísimo recorrido como investigador científico; una de las hembras me descubrió; no la vi porque estaba detrás de mí, hasta que, al sentir su potente calor corporal, mi traje avisó peligro, y viré a observarla, pensando que mi invisibilidad sería útil. No fue así. Al parecer tienen una visión súper desarrollada o un olfato tan perspicaz que pudo detectar mis pocos olores, ya que, como usted bien sabe, me sometí a un tratamiento de rayos Kiyez para no emanar olores fuertes. La hembra emitió un fortísimo sonido y me hizo retroceder hasta tropezar, cayendo al centro de la reunión. Cuando quise poner “modo escape” la manija de control no respondía, mi traje se había averiado, ellos me miraban y yo estaba más que expuesto a perder la vida y con ella todo lo que había investigado. Recordé las clases de “salvación” que usted brindó a nuestra promoción, y traté de no moverme ni emitir sonido alguno. Fue inútil, los extraños seres se acercaban a pasos firmes. Entonces traté de mantener la calma, respiré hondo y simplemente aguardé el desenlace que me habría de tocar. Varios segundos después me vi rodeado por casi 10 seres de la misma especie; entre presuntas hembras, machos y crías. Alguno de los bandos tenía que romper el hielo, aún dudaba si tenía que ser yo el que lo hiciera, finalmente lo hizo el macho, presumo, dominante; era el más grande de todos, el más portentoso, y al que todos respetaban visiblemente. Y he aquí la parte más increíble, dicho inmenso ejemplar me hizo una suerte de reverencia, inclinando su lomo hacia el suelo, seguidamente todos los demás especímenes hicieron lo mismo; me habían aceptado: entonces llegué a dos conclusiones: una, que tengo mucha pero mucha suerte, y dos, que dicha especie no es la CAAPT a la cual estaba avocada esta investigación. En los momentos seguidos compartí con la mencionada especie gratos minutos de mutuo conocimiento, ellos trataban de comunicarse y yo de entenderlos, todo era tranquilidad hasta que, por fin, señor presidente, hizo su aparición la especie altamente agresiva a la que estábamos buscando con tanta dedicación. Su forma era muy parecida a la nuestra, de postura erguida y bípeda, llevaban extrañas armas que empezaron a disparar sin piedad a los seres que, con tanto afán, apenas empezaba a conocer. Empezaron por los cachorros, los más débiles, demostrando en primer impacto su vileza y crueldad, luego, mientras los machos se agrupaban siguieron con las hembras, quienes habían salido en defensa de sus crías; una de ellas logró agredir al inicial agresor, pero al verse acorralado no dudó en sacar un arma punzo cortante, con la cual atravesó sin piedad el pescuezo de su victima, quitándole la vida, demostrando su extrema agresividad. Entonces los machos salieron al ataque, algunos de ellos tuvieron éxito y derribaron varios agresores, pero la mayoría sucumbió ante esas poderosas armas, y uno a uno fueron cayendo. Por mi parte, permanecí inmóvil, absolutamente inmóvil; esperanzándome en que no sería notado. Gracias a mi suerte fue así, pero no pude evitar ver las crueles intenciones de las agresivas criaturas. Quienes tomaron a los cachorros muertos, los metieron en una suerte de saco y se los llevaron para fines desconocidos. La frialdad, vileza, crueldad y agresividad de esta especie, me hace concluir que son la especie altamente agresiva que veníamos investigando. Finalmente, señor presidente, vale la pena recalcar que quedé más que decepcionado, sobre todo porque estos seres parecían más desarrollados que todos los que había visto anteriormente, tenían un sistema de comunicación evidentemente más complejo, y además portaban artefactos que eran una muestra de notable desarrollo y preparación, por lo que no descarto que sea la especie más desarrollada de dicho planeta; por lo que podemos decir como conclusión final, que la Tierra es un planeta con diversas formas de VBC, y la más desarrollada de ellas es, específicamente, la más agresiva y repugnante de todas.

Espero que el presente informe haya satisfecho sus necesidades científicas, y sea este el punto de partida para investigaciones más hondas; estaré siempre a su disposición a la espera de nuevos y fascinantes retos.


Mi vida para la ciencia de Osirión.


Atte.


Uxurus Lonis, Jefe de Departamento de Investigaciones del DIIC.